El 9 de marzo de 2022, Estados Unidos advirtió de que Rusia podría utilizar armas químicas en Ucrania. En aquel momento, estos informes de la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se consideraron una advertencia de una posible operación de "bandera falsa".
Un mes después, sin embargo, surgieron los primeros informes sobre el posible uso de armas químicas por parte de tropas rusas. Así lo anunció el regimiento "Azov", que forma parte de la unidad militar 3057 de la asociación operativa-territorial oriental de la Guardia Nacional de Ucrania.
"Hay informes de que las fuerzas rusas pueden haber utilizado agentes químicos en un ataque contra la población de Mariupol. Estamos trabajando urgentemente con nuestros socios para verificar los detalles", declaró la ministra británica de Asuntos Exteriores, Liz Truss.
Sólo un día antes, el militante ruso de la ocupada Donetsk Eduard Basurin dijo que los defensores ucranianos de Mariupol debían ser bloqueados en la planta de Azovstal y luego utilizó allí armas químicas. Al día siguiente de esta declaración, según los militares, un proyectil que rociaba un gas desconocido fue lanzado sobre el territorio de la planta. "Tres personas presentan claros signos de envenenamiento por armas químicas, pero sin consecuencias catastróficas", declaró un antiguo comandante de la unidad Azov, Andrii Biletsky, que en aquel momento estaba en contacto con los combatientes en la ciudad cercada.
Sin embargo, la información sobre el posible uso de armas químicas por parte de Rusia sigue sin confirmarse a día de hoy, en parte debido a la ausencia de observadores independientes en Mariupol y al largo tiempo transcurrido desde entonces.
"Se están utilizando diferentes bombas. Estamos verificando el uso de armas químicas por parte de la Federación Rusa. Actuamos como personas imparciales y nos basamos en los hechos. Los profesionales, los especialistas deben tomar muestras, y cuando haya pruebas, mostraremos qué armas químicas y dónde las utilizaron. Pero ante todo, los hechos", declaró el Presidente Zelenskyy una semana después.
La Federación Rusa es parte de la Convención sobre Armas Químicas desde 1997. El 27 de septiembre de 2017, Rusia anunció la eliminación completa de sus arsenales de armas químicas.
Sin embargo, aunque se destruyera siquiera una parte del arsenal, muchos países sospechaban que Rusia no solo almacenaba algunas sustancias utilizadas como armas químicas, sino que también desarrollaba nuevas armas. Menos de un año después, en marzo de 2018, el ejército ruso probablemente utilizó el agente nervioso Novichok para intentar asesinar a un ciudadano británico, el exagente de inteligencia ruso Serguéi Skripal.
Las primeras pruebas documentales aparecieron el 24 de septiembre de 2022.
Con la ayuda de drones, los rusos intentaron atacar a militares ucranianos con la granada lacrimógena K-51.
La K-51 es una granada de mano en aerosol de gas lacrimógeno soviético no letal. Fue desarrollada a finales de la década de 1970 en la URSS. Una vez que la espoleta comienza a arder, se produce una reacción en el interior de la granada; la sustancia ardiendo aumenta la presión dentro de la carcasa y hace saltar la parte inferior de la granada, atomizando una nube de agente químico. Un enemigo atrapado en la nube de aerosol es incapaz de resistir o disparar sin una máscara antigás, ya que sus manos se llevan reflexivamente a la cara para limpiarse los ojos. Fue utilizada por el ejército soviético, sobre todo en la protesta masiva del 9 de abril de 1989 en Tiflis, en la que murieron 19 personas y casi 4.000 resultaron heridas.
La granada contiene cloropicrina, que a su vez provoca fuertes náuseas y lagrimeo. En la Primera Guerra Mundial, las fuerzas alemanas utilizaron cloropicrina concentrada contra las fuerzas aliadas como gas lacrimógeno. La Convención sobre Armas Químicas prohibió el uso militar de la cloropicrina, equiparándola al fosgeno, la clorocianina y el ácido cianhídrico.
En octubre de 2022 se produjo un caso similar en la región de Zaporizhzhia. Un mes después, el Servicio Estatal de Fronteras de Ucrania informó de que los militares rusos habían utilizado granadas de aerosol K-51. Debido a esto, los guardias fronterizos tuvieron que luchar con equipos de defensa química durante algún tiempo.
Se ha informado del uso de granadas químicas K-51 en varios lugares de combate, especialmente en la zona de Kherson, la dirección de Donetsk y muchas otras. La táctica más común de los rusos para utilizar armas químicas es el lanzamiento de granadas K-51 desde aviones no tripulados, lo que potencialmente podría proteger a los soldados rusos de la exposición al gas.
El hecho de que el ejército ucraniano ya haya conseguido capturar drones que supuestamente iban a lanzar estas granadas sobre las trincheras de las tropas ucranianas puede utilizarse como una de las pruebas.
En concreto, un dron ruso intentó bombardear a los guardias fronterizos ucranianos con granadas de gas К-51 el 26 de marzo de 2023. El intento de ataque se produjo en la región de Luhansk, según el Destacamento de Guardias Fronterizos de Lugansk que lleva el nombre del Héroe de Ucrania Coronel Yevhenii Pikus.
UAV Mavic 3 capturado con granada K-51.
Cabe señalar que las granadas de gas К-51 probablemente fueron utilizadas activamente por las fuerzas rusas durante las batallas por el aeropuerto de Donetsk en 2015. Un vídeo difundido por los medios de comunicación rusos mostró la carcasa de una granada K-51 durante los intentos rusos de despejar la zona de la terminal, en manos de los militares ucranianos en ese momento.
Y aunque las granadas K-51 son un arma especialmente peligrosa, su efecto es limitado. El riesgo de que Rusia utilice armas no convencionales a gran escala es mucho mayor.
En concreto, el ministro de Defensa británico teme que el Kremlin recurra a sistemas de armas no convencionales. Como ejemplo, recordó cómo el ejército ruso envenenó masivamente a sirios para ayudar al régimen de Assad. "...l uso de armas químicas en Siria fue otro punto de inflexión, el uso de armas químicas aquí en las calles del Reino Unido en el envenenamiento de los Skripal en Salisbury... Estamos en guardia, la comunidad internacional se comunica regularmente, estamos listos con la OTAN, aumentamos nuestra preparación como lo hacemos, y hemos comenzado a aumentar la inversión en nuestras capacidades, todo importante, pero tiene razón tenemos que estar muy en guardia sobre lo que sucede a continuación", dijo Wallace.
Y la Inteligencia de Defensa de Ucrania dijo el 27 de mayo que los ocupantes habían empezado a utilizar armas químicas contra sus militares para culpar a Ucrania.
Fuerzas rusas durante la batalla por el aeropuerto de Donetsk, 2015.
La organización ilegal Sparta, apoyada por Rusia, durante la batalla por el aeropuerto de Donetsk, 2015.
No obstante, incluso el uso de granadas K-51 constituye una grave violación del derecho internacional. Como ya se ha mencionado, las sustancias de las granadas K-51 se consideran sustancias químicas tóxicas según la Lista 3 del Anexo sobre sustancias químicas de la OPAQ. Las sustancias químicas tóxicas están categorizadas como armas químicas en virtud del Artículo II, párrafo 1 (subpárrafo a).
En consecuencia, existen motivos y pruebas suficientes para hablar de casos regulares de uso de armas químicas por parte de Rusia en su guerra de agresión contra Ucrania. Lo cual está directamente prohibido por una serie de tratados internacionales:
Protocolo de Ginebra de 1925;
Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción de 1993.
De los que Rusia es parte.
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